Ambulante se congratula de presentar Vivero, un programa pedagógico que se propone enriquecer y expandir la formación audiovisual para propiciar nuevas propuestas narrativas. Siguiendo la analogía material y simbólica de un vivero, el programa se comprende como un espacio de cultivo para acoger y desarrollar nuevas prácticas documentales en contextos territoriales diversos. Su pedagogía econarrativa se inspira en lo vivo —la tierra, los cuerpos, los afectos— para tejer memorias e imaginarios cinematográficos que fortalecen la comunicación, la resistencia y la pertenencia. Como un microclima fértil, Vivero privilegia los procesos sobre la exigencia de resultados y la experimentación sobre las convenciones, abriendo espacio a lenguajes propios, plurales, y promoviendo la autorrepresentación y la imaginación de mundos posibles.
Este programa parte de antecedentes clave en la trayectoria de Ambulante, como Ambulante Más Allá y Fondo Miradas, centrados en la necesidad de ofrecer una visión pedagógica distinta a los modelos centralizados y escolarizados para cineastas. En esta misma línea, Vivero, en un primer piloto, abrió un espacio dedicado al acompañamiento y desarrollo de proyectos con enfoque en comunicación climática para integrantes de organizaciones, activistas, comunicadores, y responsables de formación audiovisual latinoamericanas. Ahora Vivero se reformula y se transforma en un programa pedagógico sustentado en premisas como la transversalidad geográfica y narrativa, la descentralización territorial y metodológica, y la exploración de un lenguaje cinematográfico diverso, asociado a la observación y la experiencia del territorio. La primera edición de Vivero echará raíces en el noroeste mexicano.
Sobre el territorio Desierto Mar
El noroeste mexicano —entre el desierto y el mar, entre Baja California, Baja California Sur y Sonora— ha sido narrado muchas veces como frontera peligrosa, territorio árido de paso o escenario de violencia y explotación; sin embargo, resignificar su valor implica mirarlo como un espacio vivo donde convergen ecosistemas, memorias, resistencias y futuros posibles. El desierto no es un vacío, sino escuela de paciencia y cuidado; el mar no es sólo recurso, sino tejido de vidas, afectos, subsistencias y migraciones. Entre ambos se dibuja un territorio que desafía los imaginarios extractivistas, turísticos y fronterizos para abrirse a relatos que revelan la potencia de las comunidades que lo habitan, las historias de quienes lo atraviesan y los saberes que sostienen la vida. El cine puede ser aquí una herramienta para desplegar otras narrativas que reconozcan la riqueza de esta diversidad cultural y natural, y que permitan imaginar el noroeste no como periferia, sino como un centro de pluralidades, imaginación y creación colectiva.
Si vives en Baja California, Baja California Sur o Sonora y te interesa formar parte de Vivero, postúlate a través de la convocatoria que estará disponible en ambulante.org a partir del 29 de septiembre y hasta el 2 de noviembre de 2025.
La imagen de Vivero fue ilustrada por Julita Reyes
Conoce el manifiesto de Vivero
El programa Vivero, en su primera edición: Desiertos Mares, ha sido apoyado por el Fondo Netflix para la Equidad Creativa.
Zacatecas 142-A, Roma Norte, Cuauhtémoc, C.P. 06700, Ciudad de México